Al Ing. Javier Sotelo Calderón,
con admiración y aprecio.
Escrito por el Dr. Jairo Velez Arango
" ......porque el tiempo pasado está contenido en el tiempo presente....."
(Juan Gabriel Vásquez. La forma de las ruinas)
I N
T R E P I D E Z
(arrojo)
(Diccionario Lengua
Española)
Jóvenes, damas y caballeros:
Los Fundadores
Sí!
intrepidez es la historia de unos jóvenes
emprendedores, acicateados por el statu
quo de su escuela empresarial primera,
¡como negarlo! la que ahora vengo a rememorar, autorizado por la benevolente
invitación de un amigo
muy apreciado.
Lo conocí
apenas adolescente y recién graduado de
bachiller, cuando serlo a sus quince años aún no promediaba la tendencia escolar de hoy.
Ya se hablaba entre los suyos de la
madurez precoz de Javier, reflejada ella en el cuidado acucioso de sus
dos hermanas menores. Detalle este ínfimo si no acusara al líder naciente
entre los suyos y hoy de ustedes. De su influjo, audazmente emprendedor, a sus
27 años nacería, con el apoyo, la ilusión y la sana rebeldía de su
hermana Ivonne, la OSHO, INGENIERÍA que hoy conocemos, en sociedad con Raúl, después su compañero de la vida, y más tarde en
compañía de sus tíos Genser y Myriam, socios capitalistas. De
ello estamos celebrando la primera década de
labores; unos con admiración, otros con
aprovechamiento para su formación y desempeño; y todos con el regocijo de haber visto crecer a estos jóvenes
profesionales ayer, y exitosos empresarios hoy, quienes pudieron superar las
adversidades que naturalmente sobrevienen de fracturas legítimas en un medio de alta ingeniería, cargado de competencia; y en un país de
imposiciones fiscales a granel, donde un alto porcentaje de empresas
mueren casi siempre antes de los primeros
cinco años de ser fundadas.
La Familia
Presumo, con alguna ligereza que excuso, que
no tienen Ustedes por qué conocer la
entraña del alma intrépida y la génesis de sus fundadores. No nacieron ellos
por generación espontánea e inmerecida, empresarios con el éxito que hoy
les admiramos. Conocí a los hijos del
Doctor Irenarco y Doña Gloria pocos
más que niños. Hijos de un hogar modesto por convicción y vocación; blindado en
austeridad y honorabilidad; criados con amor y laboriosidad. No podían menos los padres de tales hijos que educarlos para construir en su edad adulta
la superioridad de su destino; y muy
seguro estoy de las próximas décadas y posteriores generaciones. Pero nada
les fue regalado. Doña Gloria, en la
aridez de la distancia, más no del
abandono, ¡ni más faltaba! al cuidado de
sus tres niños aquí en la ciudad de Bogotá. Don Irenarco, hecho profesional del
Derecho, luego de servir por años a la patria
desde las trincheras de la policía nacional,
exponiendo su vida en aras del deber muy riesgoso de
tiempos aciagos del violento narcotráfico en Colombia, en su calidad de auditor de guerra, ubicado
sucesivamente en las ciudades de
Manizales y Bucaramanga. Nunca falto el pan en la mesa de su esposa e hijos, ni
el calor del amor, ni la presencia sucedánea no obstante
la distancia laboral del padre. Pero fue
también el tiempo de las
renuncias y de los sacrificios del
joven hogar, para hacer de sus niños buenos seres humanos; como diría alguien, con sentido de pedagogía, "criados
con un poco de hambre y un poco de frío". Pasarían los
años y así como del hierro
candente vuelto a enfriar se forjan las herramientas, también sus
inteligencias y sus caracteres se fueron
moldeando como con garlopa que pulió la reciedumbre
de estos noveles ingenieros, formados inicialmente en la tradición conceptual, la disciplina y hasta la austeridad de
Pirocontrol, avanzada en Colombia en la
normatividad de prevención de incendios.
Respeto por los maestros. Admiración por sus discípulos, quienes
exitosamente los continúan ¡Porque, de ellos podría predicarse con algún romántico en el
ocaso que, "hasta la estéril y deforme
roca, es manantial cuando Moisés la toca y
estatua cuando Fidias la golpea"
La Empresa y su
visión
No incomodaré
más la discreción de los fundadores de esta su empresa.
Hablemos de ella como entidad plantada entre la sociedad empresarial, hoy con
dos sedes en Bogotá, una
en Medellín y otra en Cali, con más de 50 puestos de trabajo; primero para formar; luego para servir y, por
qué no decirlo, para que muchos
se sirvan de ella. Para mí está muy claro, porque de la entraña de OSHO algo
conozco. No posan sus directivas de altruismos de fachada, porque su
empresa procura el lucro de sus socios, como corresponde a una
entidad de su género. Pero me consta de su
afán por hacer de su compañía un modelo de gestión social, por ejemplo con encargo a la seriedad
profesional de Doña Ingrid Marcela, de una fundación en ciernes
para educar en valores; también para
procurar el bienestar laboral, y el crecimiento de sus colaboradores aún en
proceso de formación académica. Un escenario, digo yo, para la sana competencia
y emulación interdisciplinaria; una
organización moderna, con cultura ecológica y conciencia solidaria, que les
permita a todos crecer sin celotipia;
porque es así como del olivo añoso nacen las ramas que, cosecha tras cosecha, nos
brindan frutos para nuestro deleite. Y es por eso que, con deliberada aproximación al filósofo indio
OSHO, quien predicó la "individualidad honesta",
todos ustedes deberían converger, cómo no! en la óptica de la ética en los servicio, el desempeño social, la calidad de sus productos y la especialización del personal,
ideario establecido en la VISION de los fundadores de OSHO INGENIERIA.
No obstante repetirlo, hay que recordar pues, que esta exitosa empresa
familiar funge desde hace ya diez años bajo los auspicios de un padre bueno, el doctor Sotelo, cuya admirable
sabiduría radica en su prudencia. Y de doña Gloria, generosa maternidad para todos. No bastó,
entonces, la cantera de ideas de
la Ing. Ivonne y el polo a tierra del Ing. Raúl; se hizo
necesaria, además, la batuta de líder, la inteligencia y el corazón generoso que todos conocemos del Ing.
Javier Sotelo, hoy secundado por su esposa Judith, y la solidaridad accionaria de los tíos Calderón Reyes para
apoyar y que creciera la aventura empresarial antes impensable.
Liderazgo hacia
el futuro
Colaboradores
todos: tienen ustedes la
oportunidad y el desafío de adquirir una visión creativa
hacia un futuro más promisorio. De la escuela que pretende ser
OSHO INGENIERIA se debería ir generando una
nueva clase de profesionales éticos; ojalá, empoderados
para llegar a ser nuevos empresarios,
tan exitosos como sus mentores de hoy. Y porque el mundo es ancho y las oportunidades inagotables, para
quienes son legítimamente
ambiciosos y creativos, quienes se
apersonan de que lo que fue no tiene que seguir siendo sin modificaciones
paralizantes, es que deben aceptar el
reto de que lo que viene......es enteramente suyo. Es
así como que, si las oportunidades se dan para todos, nadie
podrá reclamar más tarde que no llegó a
culminar su ideal si no se lo propuso. Lo señala así el
calendario 2016 de una compañía amiga: “ No
hay liderazgos eternos ni insuperables.
Cuanto más construyas tu liderazgo con otros, mejores serán las recompensas.
Un buen líder despeja el camino a los
que vienen” (Cadena, Medellín
2016). Entiendan pues ustedes jóvenes
que en la vida de seres humanos tan
competentes y competitivos como
los de la época en la que les toca vivir y crear, no existe la
gratuidad sin el mérito, aun que los hombres debamos agradecer siempre sin mezquindad alguna que alguien, en un momento dado de la vida
fue nuestro paradigma, camino al
crecimiento. Me consta que lo
hacen así, noblemente, los fundadores de
esta compañía.
Amigos: sabemos de
ustedes que son un grupo humano selecto; con proyección hacia un
futuro retador, llamados a emular el
buen ejemplo de sus guías y tutores
empresariales. Déjenme, entonces, decirlo así: ustedes TODOS son " pilos
" de mostrar; por supuesto, deben ser
orgullo para sus familias y promotores de una sociedad más equitativa.
Mis augurios son, pues, porque vivan
OSHENTA años más !.
Felicitaciones
por su primera década de tan exitosa existencia. Gracias¡
FEBRERO 6/2016
Escrito por el Dr. Jairo Velez Arango
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