martes, 9 de febrero de 2016

Al Ing. Javier Sotelo Calderón,
con  admiración y aprecio.

Escrito por el Dr. Jairo Velez Arango


"  ......porque el tiempo pasado está contenido en el tiempo presente....."
(Juan Gabriel Vásquez. La forma de las ruinas)


I N T R E P I D E Z
(arrojo)
(Diccionario Lengua Española)


Jóvenes, damas y caballeros:


 Los Fundadores

Sí!  intrepidez es la historia de unos jóvenes emprendedores, acicateados  por el statu quo de su escuela  empresarial primera, ¡como negarlo! la que ahora vengo a rememorar, autorizado por la benevolente invitación  de un amigo  muy apreciado.

Lo conocí apenas  adolescente y recién graduado de bachiller, cuando serlo a sus quince años aún no promediaba la tendencia escolar de hoy. Ya se hablaba entre los suyos de la  madurez precoz de Javier, reflejada ella en el cuidado acucioso de sus dos hermanas menores. Detalle  este ínfimo si no acusara al  líder naciente entre los suyos y hoy de ustedes. De su influjo, audazmente emprendedor, a sus 27 años nacería, con el apoyo, la ilusión y la sana rebeldía de su hermana  Ivonne, la OSHO, INGENIERÍA que hoy conocemos,  en sociedad con Raúl,  después su compañero de la vida, y más tarde en compañía de sus tíos Genser y Myriam, socios capitalistas. De ello estamos celebrando la primera década de labores; unos con admiración, otros con aprovechamiento para su formación y desempeño; y todos con el regocijo de  haber visto crecer a estos  jóvenes profesionales ayer, y exitosos empresarios hoy, quienes pudieron superar las adversidades que naturalmente sobrevienen de fracturas legítimas en un medio de alta ingeniería, cargado de competencia; y  en un país  de  imposiciones fiscales a granel, donde un alto porcentaje de empresas mueren casi siempre antes de los primeros cinco años de ser fundadas.


  La Familia

Presumo, con alguna ligereza que excuso, que no tienen Ustedes por qué conocer la entraña  del alma intrépida y la génesis de sus fundadores. No nacieron ellos por generación espontánea e inmerecida,  empresarios con el éxito que hoy les admiramos. Conocí a los hijos del Doctor Irenarco y Doña Gloria pocos más que niños. Hijos de un hogar modesto por convicción y vocación; blindado en austeridad y honorabilidad; criados con amor y laboriosidad. No podían menos los padres de tales hijos  que educarlos para construir en su edad adulta la superioridad de su destino;  y muy seguro estoy de las próximas décadas y posteriores generaciones. Pero nada les fue regalado. Doña Gloria, en la aridez de la distancia, más no del abandono, ¡ni más faltaba!  al cuidado de  sus tres niños aquí en la ciudad de Bogotá. Don Irenarco, hecho profesional del Derecho, luego de servir por años a la patria desde las trincheras de la policía nacional, exponiendo su vida en aras del deber muy riesgoso de tiempos aciagos del violento narcotráfico en Colombia,  en su calidad de auditor de guerra, ubicado sucesivamente  en las ciudades de Manizales y Bucaramanga. Nunca falto el pan en la mesa de su esposa e hijos, ni el calor del amor, ni la presencia sucedánea no obstante la distancia laboral  del padre. Pero fue también el tiempo de las renuncias  y de los sacrificios del joven  hogar,  para hacer de sus niños buenos seres humanos; como diría alguien, con sentido de pedagogía,  "criados con un poco de hambre y un poco de frío". Pasarían  los años y así  como del hierro candente vuelto a enfriar se forjan las herramientas, también sus inteligencias  y sus caracteres se fueron moldeando como con garlopa que  pulió la reciedumbre de estos noveles ingenieros, formados inicialmente en la tradición conceptual, la  disciplina y hasta la austeridad de Pirocontrol, avanzada en Colombia en  la normatividad de prevención de incendios. Respeto por los  maestros. Admiración por sus discípulos, quienes exitosamente los continúan ¡Porque, de ellos podría predicarse con  algún  romántico en el ocaso que,   "hasta la estéril y deforme roca, es manantial cuando Moisés la toca y estatua cuando Fidias la golpea"


La Empresa y su visión

No incomodaré  más la discreción de los fundadores de esta su empresa. Hablemos de ella como entidad plantada entre la sociedad empresarial, hoy con dos sedes  en Bogotá,  una en Medellín y otra en Cali,  con más de 50 puestos de trabajo;  primero para formar; luego para servir y, por qué no decirlo, para que muchos se sirvan de ella. Para mí está muy claro, porque de la  entraña de OSHO algo conozco. No posan sus directivas de altruismos de fachada, porque su empresa  procura el  lucro de sus socios, como corresponde a una entidad de su género. Pero me consta de su afán por hacer de su compañía un modelo de gestión social,  por ejemplo con encargo a la seriedad profesional de Doña Ingrid Marcela, de una fundación en ciernes para educar en valores;  también para procurar el bienestar laboral, y el crecimiento de sus colaboradores aún en proceso de formación académica. Un escenario, digo yo, para la sana competencia y emulación interdisciplinaria; una organización moderna, con cultura ecológica y conciencia solidaria, que les permita  a todos crecer sin celotipia; porque es así como del olivo añoso nacen las ramas que, cosecha tras cosecha, nos brindan frutos para nuestro deleite. Y  es por eso que, con deliberada aproximación al filósofo indio OSHO, quien predicó la "individualidad honesta",  todos ustedes deberían  converger, cómo no! en  la óptica de la ética en los servicio, el desempeño social, la calidad de sus productos y  la especialización del personal, ideario establecido en la VISION de los fundadores de  OSHO INGENIERIA.

No obstante repetirlo, hay  que recordar pues, que esta exitosa empresa familiar funge desde hace ya diez años  bajo los auspicios de un padre bueno, el doctor Sotelo,  cuya admirable sabiduría radica en su prudencia. Y de  doña Gloria, generosa maternidad para todos. No bastó,  entonces,  la cantera de ideas de la Ing. Ivonne y el polo a tierra del Ing. Raúl; se hizo necesaria, además,  la batuta de líder, la inteligencia y el corazón generoso que todos conocemos del Ing. Javier Sotelo, hoy secundado por su esposa Judith, y  la solidaridad accionaria de los tíos Calderón Reyes para apoyar y que creciera la aventura empresarial antes impensable.

Liderazgo hacia el futuro
  
Colaboradores todos: tienen  ustedes la oportunidad  y el desafío de adquirir una visión creativa  hacia un  futuro más promisorio. De la escuela que pretende ser OSHO INGENIERIA se debería ir generando una  nueva clase  de profesionales éticos; ojalá, empoderados para llegar a ser nuevos empresarios,   tan exitosos como sus mentores de hoy. Y porque el mundo es ancho y las oportunidades inagotables, para quienes son legítimamente ambiciosos y creativos,  quienes se apersonan de que lo que fue no tiene que seguir siendo sin modificaciones paralizantes,  es que deben aceptar el reto de que lo  que viene......es enteramente suyo. Es así como que,   si  las oportunidades se dan para todos,  nadie podrá reclamar más tarde que no llegó a culminar su ideal si no se lo propuso. Lo señala así el calendario 2016 de una compañía amiga: “ No hay liderazgos  eternos ni insuperables. Cuanto más construyas tu liderazgo con otros, mejores serán las recompensas. Un buen líder despeja el camino a los que vienen” (Cadena, Medellín 2016).  Entiendan pues ustedes jóvenes que en la vida de seres humanos tan  competentes y  competitivos como los de la época en la que  les toca vivir y crear, no existe la gratuidad sin el mérito, aun que los hombres debamos agradecer siempre  sin mezquindad alguna  que alguien, en un momento dado de la vida fue nuestro paradigma, camino al  crecimiento. Me consta que  lo hacen así, noblemente,  los fundadores de esta compañía.

Amigos: sabemos de ustedes que son un grupo humano selecto; con proyección hacia un futuro retador,  llamados a emular  el  buen ejemplo de sus guías y tutores empresariales.  Déjenme, entonces, decirlo así: ustedes TODOS son  " pilos "  de mostrar; por supuesto, deben ser  orgullo para sus familias y promotores de una sociedad más equitativa. Mis augurios son, pues, porque vivan OSHENTA  años más !.

Felicitaciones por su primera década de tan exitosa existencia.  Gracias¡

FEBRERO 6/2016              

 Escrito por el Dr. Jairo Velez Arango







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